Todos los sábados por la mañana en Xaló hay una cita con los objetos bellos, los recuerdos y los tesoros escondidos. Es el Rastro, que se extiende a lo largo del río por toda el área del pueblo y llena de vida esta pequeña localidad de la Vall de Pop. Hay que llegar temprano para encontrar las mejores ofertas y poder disfrutar a gusto del paseo, largo casi dos kilómetros. En el meollo del asunto, entre sifones de cristal de los años 50 y artesanía africana, se oyen mil idiomas diferentes, pero todo el mundo acaba por encontrar su tesoro personal.
Nosotros anduvimos todo el paseo dos veces, y se nos iban los ojos delante de tantos objetos provenientes de todos los rincones del planeta !